Hablemos del 9×19

[Tomate©]

A raíz de mi post “El Dilema Supersónico” aparecen varias preguntas sobre el 9×19 al que (sin querer) puse en la picota.
De cualquier manera lo está por sí mismo para los tiradores de competición en las modalidades de precisión, se lo tilda de “nervioso” y de “desagradecido”, no así en el uso para el que fuera creado que es el militar. 
Es un cartucho netamente militar, diseñado con el concepto, de pequeño y veloz. A mi humilde opinión ni sus propios diseñadores allá por 1908 soñaron que se convertiría en lo que es hoy.
Características según las normas NATO:

Designación del Cartucho: US M882
Largo total: 1.165 pulgadas ó 29.591mm
Tipo de pólvora: HPC-26
Peso de la carga: 6.0 grains
Presión en boca: 31,175psi (promedio), 36,250psi (max)
Peso de la punta: 112 grains
Largo de la punta: .610 inches or 15.494mm
Velocidad: 1263fps medida a 15 pies

Las dimensiones del ingenio, mas de 100 años en primera línea de batalla.

Claro que aquel 9×19 de la P08 no es el mismo de hoy día, su desarrollo y el paso del tiempo han hecho de este 9×19 una versión “anabolizada” de aquel. Por eso siempre se recomienda precaución a la hora de utilizar munición moderna en arma de aquellas épocas, en algunas directamente no funcionan (luger P08).
Una cosa es cierta, es el calibre más difundido y utilizado en el ámbito militar (casi con exclusividad diría) para armas cortas y subfusiles, si bien últimamente algunas unidades militares (destacadas en Iraq y Afganistan) han visto en el .40 S&W una alternativa con mayor poder de detención. La mismísima H&K ha recamarado el popular MP5 para el .40 S&W ofreciendo esta alternativa al mítico subfusil preferido por las fuerzas de elite. 
Pero la supremacía del 9×19 en la milicia no tiene aun una sombra que lo amenace al menos por algunos años más.

Comparado con otros calibres de armas de puño.

Diferente es en el terreno de la defensa o policial en el que el 9×19 no ha conseguido una reputación a la par de la que tiene en el terreno militar.
El motivo es sencillo, la sobreperforación que tiene el 9×19 y que lo hace tan apreciado militarmente es indeseada en los escenarios Policiales o de defensa personal, los conceptos son diferentes, en el ámbito militar hay una línea que divide al amigo del enemigo (esto está cambiando en la práctica) por lo que un disparo que va hacia el enemigo si atraviesa a uno dos o tres es bienvenido, en cambio en los posibles escenarios defensa o policiales donde el proyectil traspase al delincuente puede afectar a un inocente.

Corte de un cartucho con bala «Action 4» de la alemana DAG

   
Mucho se ha intentado para darle unas prestaciones que justifiquen su uso policial o de defensa.
Diferentes tipos de puntas y cargas (inclusive algunas marcas crearon munición +P), hicieron de este cartucho uno de los que en mayor variedad de puntas (formas, pesos y funciones) pueden obtenerse en el mercado, desde las salvas a las expansivas, deformables, perforantes, marcadoras, frangibles y un largo etc.
Podemos achacarle muchas cosas, pero no su versatilidad.
 

Perforantes, Arcane (3 primeras desde la izquierda) y THV Francesas

Uno de los aspectos que ha contribuido a su larga permanencia es el tamaño reducido del cartucho, aspecto este que es a su vez ángel y demonio, ya que por ser pequeño de dimensiones (29,7 mm = 1.169”) dio lugar a la gran oferta de compactas y subcompactas que pululan en el mercado, de la mano de los polímeros, junto con el aprecio que se ganara por cuestiones de la relación peso/cantidad de munición en el aspecto militar (un soldado lleva mucha munición con poco peso en relación a otros calibres).
Pero a su vez la pequeña capacidad de la vaina es lo que hace que su desarrollo haya tocado el techo y se considere que esta en el límite de sus posibilidades, a la par de que las altas presiones en recámara y otras cuestiones indeseadas en la cartuchería moderna. 

Cartucho Sako KPO

Es indudable que por muchas vueltas que le demos al tema, nunca podrá igualar la fama de “man stopping” que tienen otros calibres como el (.45 ACP o el .357 Magnum, por nombrar algunos) a pesar de que utilicemos la munición que sea.
Los Yankees usan una frase que siempre me resultó graciosa, “El .45 ACP no necesita punta hueca, ya sale expandido”  en referencia a diámetro del proyectil que supera en 1,5 mm al del 9×19.

Cartucho con bala MEN QD1

En lo deportivo se lo considera bastante desagradecido, o como decimos por aquí que «Perdona poco» esto es debido a varios factores, uno de ellos lo vimos en el citado post que dio origen a este otro y es su funcionamiento en el transónico que le confiere esa falta de precisión intrínseca de la que tanto se habla.
El otro aspecto está dado por las presiones en recámara que rodean las 36.000 Psi (unos 2.520 Kg/cm2) y le dan ese retroceso “rabioso” que muchos tiradores acusan.
De cualquier manera un tirador que se recargue sus propias municiones puede minimizar estas “desventajas” lo suficiente como para tener una munición aceptable. 

Cartucho con la bala de Hirtenberg Patronen EMB (Expansive Mono Block) poliefectos 

Seguramente en las condiciones que les impone la ley a los portadores legales de armas del Perú este cartucho del 9×19 les puede resultaría una opción mas potente al los .380ACP y 9×18 Mak. que por otra parte son calibres que tienen sus prestaciones bastante “arrimadas” al 9×19 en cuanto a velocidades iniciales, con la desventaja de que son menos versátiles en cuanto a diversidad de puntas y peso de las mismas.

Cartucho de punta blindada de tipo militar

Alguna vez hablamos de las cuestiones logísticas que no son un factor menor en las ecuaciones de vigencia de un determinado calibre o sistema arma-cartucho, no es lo mismo pensar en el armamento individual que en el de una fuerza compuesta por 10 o 15 mil hombres, donde cualquier cambio afectará en sumas, tiempos y esfuerzos enormes para poder hacer frente a los mismos.

Cartuchos con bala Frangible, USA (1 y 2), Italianos (3 y 4) y Canadiense (5)

Bien hasta aquí llegué, pero no es todo lo que se puede decir de este calibre, se han derramado ríos de tinta escribiendo sobre él y no nos ponemos de acuerdo.

Si yo tuviera que elegir uno para defender mi vida elegiría el .40 S&W ó .45 ACP sin dudarlo.
Si formara parte de un equipo militar y necesitara volumen de fuego y tuviera además un subfusil, llevaría 9×19.
Si formara parte de un equipo táctico y necesitara poder de detención, llevaría .40 S&W, ó .45 ACP ó 10 mm Auto.
Si fuera general de un ejercito y debo elegir entre uno u otro para la función militar moderna y equipar a todo mi ejercito elijo el 9×19 aunque en mi cintura lleve una Colt 1911 del .45 ACP o un Glock 22 del .40 S&W.

Espero que este nuevo “ladrillo” (by Ronnie) les guste.

Un abrazo

PD: Las imagenes que ilustran el post en su mayoría fueron tomadas de:
http://www.municion.org/Efectos/Efectos.htm
http://www.municion.org/9para/9para.htm
Paginas de lectura recomendada.

Saludos desde Rosario, Argentina
Presumiendo ser el 1º Socio Honorario de la S.T. T.D.P
Tomate©
q=)

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