Correcta actitud mental y moral en el combate armado I

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    JUalviRO
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    Estimados amigos, encontre este articulo en internet, donde se relatan sucesos reales de personas que fueron sorprendidas en asaltos.  Lamentablemente los protagonistas de estos casos fueron muertos por los cacos; y este articulo demuestra que debemos estar siempre alertas; que no solo debemos portar armas, si no, también aprender algún arte marcial que nos permita retener al atacante, asi como entrenar con el arma.  Los dejo para que disfruten la lectura y saquen sus propias conclusiones.

    Nota: Este articulo ha sido editado ya que el texto original contiene asuntos políticos que no van con nuestra realidad, al final esta el link del original por si deciden leerlo.
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    Como enseñaba mi mentor el Coronel Jeff Cooper, para enfrentar al mal, para enfrentar a criminales en combate mortal, uno debe armarse primero de lo que él llamaba “the proper mind set”, es decir “la correcta actitud (preparación) mental”.
    Este estado mental no sólo comprende el coraje, que abunda entre nuestros policías y ciudadanía, sino que comprende esencialmente un estado moral entendido como absoluta determinación de prevalecer en el enfrentamiento combinado con una adecuada técnica y táctica de combate.
    En esta nota, comentaré algunos enfrentamientos entre policías o ciudadanos y criminales.
    Recordemos que el objetivo, si el individuo honrado decide defenderse o defender familia, vecino y propiedad, es la neutralización del peligro y esto significa, derribar y poner definitivamente fuera de combate al criminal o criminales.
    Para esto, se deberá disparar con completa determinación y estado de ánimo marcial e implacable, sin perder tiempo esencial en voces de alerta o disparos al aire, que por otra parte, son un peligro para terceros.
    Los policías son obligados a dar la voz de alto, aún cuando el caco tenga el arma en la mano y el asalto o ataque se halle en plena ejecución, pero la voz de alto puede darse con el dedo en el gatillo y las miras en el centro de masa del caco, porque así se contará con la fracción de segundo necesaria para disparar primero.
    Así, el bien habrá triunfado y la sociedad libre tendrá más chances de sobrevivir.
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    Para el comentario de los siguientes hechos, contamos solamente con la información de Diario La Nación, cuyos cronistas son profunda y fervorosamente ignorantes de las técnicas, tácticas y filosofía del combate armado, siendo también profundamente perjuiciosos y adscribiendo a la doctrina Zaffaroniana de abolicionismo penal y des-estigmatización del criminal.
    Por lo tanto, nuestros comentarios sobre estos hechos forzosamente serán principistas y no absolutamente objetivos, como lo serían de haber presenciado los hechos o contado con testimonios de personas entrenadas o desperjuiciadas.
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    CASO 1
    Comenzaremos con el caso que La Nación del 18 de febrero de 2010 titula “Asesinan a un publicista delante de su familia”
    En este caso, Federico Peraud, que viajaba por la Ruta 9 con su esposa y sus dos hijos de 1 y 2 años, se detuvo luego de embestir un bloque de cemento, el cual le reventó una goma.
    Detrás de él se detuvo otro auto con las dos gomas rotas por el bloque.
    Sospechando que se trataba de un asalto, los conductores juntaron a las dos familias en un auto “mientras se preparaban para cambiar las gomas”
    En ese momento vieron “tres linternas y varios hombres encapuchados que se acercaban a ellos”
    “Federico tomo el arma que tenía en el baúl y disparó al aire para ahuyentar a los sospechosos y proteger a su familia, pero la reacción que provocó fue la contraria: los tres encapuchados comenzaron a dispararle y luego huyeron. Uno de los balazos lo hirió en el abdomen”
    ¿Y qué esperaba Federico?
    Nadie protege a su familia disparando al aire.
    También debemos notar que Federico llevaba su arma en el baúl, presumiblemente descargada ya que la Ley actual prohíbe al ciudadano portar su arma cargada en el interior del automóvil, salvo que el ciudadano cuente con Portación de Armas, la cual este gobierno K no ha renovado ni siquiera a abogados y jueces si son opositores o independientes.
    Así, se obliga al ciudadano a transportar el arma descargada en un bolso o “preferentemente en el baúl del auto” y la munición aparte.

    Crítica de las acciones de Federico:
    1)Una vez que impactó el bloque de cemento, rompiendo la goma del auto, ¿no pudo alejarse por lo menos unos cuatrocientos metros antes de detenerse, alejándose así del área donde presumiblemente se esconderían los cacos?
    Un automóvil puede trasladarse a muy baja velocidad con la goma reventada e incluso con la llanta metálica, cuando la cubierta ya se ha destrozado y se ha salido.
    2) Aunque presumiblemente no tuvieron tiempo, si sospecharon que se trataba de un asalto, ¿intentaron llamar a la policía por celular?
    Esta medida, aunque no traerá en la ruta una salvación inmediata puede evitar una situación de rehenes prolongada en la obscuridad de la noche.

    3) Si Federico sospechaba que se trataba de un asalto, ¿porqué no puso enseguida a las familias detrás de un auto en el suelo, sacó su arma del baúl y se parapetó detrás del otro auto o en la banquina, para emboscar a los cacos?
    Si Federico no estaba seguro de que fueran delincuentes, desde una posición relativamente cubierta podría haberles dado la voz de alto mientras les apuntaba con su arma.
    Pero este no fue el caso, ya que venían encapuchados y aparentemente Federico los vio y sabía que eran delincuentes.
    Si los cacos venían con linternas, era para Federico como tirar al pato en la kermesse, disparando al área alrededor del foco iluminado de la linternas y esto aún en el caso de que no pudiera ver claramente las miras de su arma (para combate nocturno son útiles las miras brillantes de tritium o fosforescentes).
    Federico podría haberlos liquidado a todos o haberlos herido y/o disuadido, ya que a nadie le gusta enfrentarse a las balas de un tirador decidido.
    La prueba es que todos huyeron ante un solo tiro al aire.
    No eran combatientes.
    Mucho coraje y noble actitud por parte de Federico, pero también demasiado pacifismo al disparar al aire y una pobre táctica de defensa.
    Debió dejarlos acercar hasta unos diez metros y haberles disparado al centro de masa detrás de las linternas, disparando rápidamente a cada blanco o moviéndose luego de cada disparo, ya que los fogonazos delatarían su posición.
    Hoy Federico estaría vivo y habría menos delincuentes en la calle.
    Conclusión:
    Coraje ciudadano y digna actitud cívica.
    Mala táctica.
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    CASO 2
    El caso de Garrido en San Isidro es emblemático de una pobre táctica por parte del policía.
    Era tal su confianza, su familiaridad con el barrio y su gente, que creía que su presencia por sí sola ponía orden.
    Cualquiera puede ser sorprendido y asesinado, pero si el policía sospechó algo, debió entrar en el negocio con la mano en la culata de su arma y una vez comenzado el forcejeo, debió empujar a los cacos con su cuerpo y brazo izquierdo mientras desenfundaba su arma con la derecha o debió haberles dado la orden de alto desde la puerta.
    Jamás debió haberse descuidado permitiendo que uno de los cacos le arrebatara el arma por atrás.
    Ningún policía debe morir asesinado por la espalda y menos con su propia arma.
    Conclusión:
    Valor por parte del policía y sentido del deber.
    Mala táctica y fatal confianza en su “imagen y trayectoria”. Ingenuidad.

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    CASO 3
    Titula La Nación, el 24 de febrero de 2010 “Hieren a un Subcomisario en un asalto en Palermo”
    Subtitula: “La víctima estaba comiendo con su pareja”
    El policía estaba de civil, pero presumiblemente portaba su arma.
    Los asaltantes irrumpieron en el restaurant y a punta de pistola se acercaron a las mesas exigiendo las pertenencias de los comensales “cuando se toparon con el Subcomisario Cuesta, quien se levantó, se identificó como policía y les dio la voz de alto. En ese momento, Cuesta recibió un balazo en el torax y otro en el abdomen”

    ¿Qué esperaba Cuesta?
    ¿Qué se rindieran?
    Critica de las acciones del Subcomisario:
    Si el Subcomisario Cuesta portaba su arma, lo cual no queda claro de la lectura del artículo de La Nación, (dar la voz de alto sin un arma en la mano sería algo muy estúpido o suicida), debió hacer lo siguiente:
    Al ingresar los cacos y comenzar el asalto, el Subcomisario debió haber desenfundado al instante y saltando a un costado, ordenado a los comensales: “todos al piso” dando la voz de alto al mismo tiempo que la mira delantera (guión) de su arma se centraba en el centro de masa del caco más cercano.
    Todo en un segundo y medio.
    Si el gatillo de su arma tuviera una tensión de escape de, digamos, nueve libras, su dedo ya debería haber ejercido una presión de seis libras en el gatillo al momento de dar la voz de alto.
    Como es probable que ambos cacos reaccionaran con violencia, el Subcomisario podría haberlos liquidado a los dos sin problemas, cuidando de mantener, de ser posible, al caco más cercano entre él y el otro caco, como protección, aunque los dos disparos necesarios pueden hacerse en un segundo con una pistola nueve milímetros automática.(o con un revolver doble acción)
    No hay nada tan inesperado ni desmoralizante para un caco que un ciudadano de civil que lo sorprende con un arma bien apuntada.
    De la lectura de la noticia de La Nación pareciera que el Subcomisario se levantó identificándose cuando los cacos venían con sus armas listas para disparar, creyendo que su autoridad bastaría para imponer respeto.
    Noción equivocada.
    Les dió así todo el tiempo del mundo para que lo hirieran.
    Aunque no sea legal, el Subcomisario, dada la cercanía de los cacos, debería haber disparado dando la voz de alto al mismo tiempo.
    ¿Acaso algún comensal iba a declarar que el Subcomisario disparó antes de dar la voz de alto?

    En casos de delincuentes arma en mano es más importante salvar la vida del policía y de los comensales que cumplir esta absurda disposición que mata tantos policías y ayuda tanto al delito.
    Conclusión:
    Valor del Subcomisario.
    Mala táctica y apego por la Ley cuando el resultado de cumplir la disposición de dar la voz de alto prácticamente lo condenaba a muerte.
    Recordemos que si el Subcomisario no reaccionaba y los cacos le encontraban el arma, probablemente lo hubieran matado sin miramientos, ya que hacen esto para desalentar la autodefensa por parte de ciudadanos y por su odio a los policías.
    En mi opinión, el curso de acción a seguir por el Subcomisario era literalmente saltar de su mesa desenfundando y desplazándose lateralmente cubriendo con su mira delantera al caco más cercano o que ofrecía mayor peligro y de acuerdo a la situación táctica:
    a)dar la voz de alto mientras disparaba
    b)dar la voz de alto ejerciendo ya presión sobre el gatillo
    Aclaramos que a) y b) se desarrollan en fracciones de segundo y la responsabilidad del ciudadano armado es:

    1)Neutralizar el peligro para comensales y para sí mismo, ya fuera matando o desarmando a los cacos
    La responsabilidad para el policía es:
    1)IDEM
    2)Capturar a los cacos sólo si esto es posible y factible sin peligros inútiles
    NOTA: Respecto a la técnica de apuntar solo con la mira delantera, esto es necesario en combate a poca distancia, ya que no hay tiempo para que el ojo humano pueda alinear tres objetos, a saber: alza o mira trasera, guión o mira delantera y blanco.
    Es mucho más fácil y más rápido para el ojo alinear dos objetos, a saber: guión o mira delantera y centro de masa del blanco, es decir, el tórax del caco.
    A corta distancia, la bala irá al centro de masa apuntando de esta manera.
    Intentar alinear alza, guión y blanco en un tiroteo cuando solo disponemos de fracciones de segundo en el orden de los 10 a 30 centésimas de segundo, puede significar la derrota en la pelea, y la derrota significa la muerte.

    Cualquier policía o ciudadano con la correcta actitud mental desenfundará antes, disparará antes y habrá contribuido a la justicia y a combatir a los malvados, suprema manifestación moral, de principios libertarios y acción cívica del ciudadano.
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    Continua…….

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