Los Grandes Secretos están en las Pequeñas Cosas.

[Bossito]

Hola, aquí les dejo un artículo que encontre. Me pareció super bueno. El autor se llama Ricardo Ríos ( Maestro Tirador – (RENAR – ITA 0107) )

Los Grandes Secretos están en las Pequeñas Cosas
Hacia un teorema de la perfección en el tiro deportivo

En los últimos años, especialmente después de la devaluación, el tiro deportivo vio tiradores emigrando de polígonos y cómo las disciplinas fueron mutando para hacerse mas económicas y accesibles. Esta fue una respuesta necesaria para que las actividades deportivas se mantuvieran vigentes en los clubes de tiro en nuestro país.

Así surgieron nuevas disciplinas deportivas, por ejemplo:
Bench Rest en calibre .22 LR
FBI con pistola (safe action y doble acción)
Torneos promocionales con .22 / 9 mm / .45

En este contexto una de las disciplinas que mas creció fue, pistola y carabina neumática. Por ello en los últimos años gran cantidad de tiradores dejaron de disparar grueso calibre para pasarse a calibres menores habida cuenta la necesaria reducción de costos dado que los valores se habían multiplicado por tres, además de la falta de los mismos.

Basta solo con comparar una caja de 50 cartuchos de 9mm mediocres a un valor promedio de $ 35.- contra los $ 21.- que valen los quinientos balines de una marca de primer nivel mundial.

En esta mutación no deseada muchos pensaron que al dejar de disparar con armas de grueso calibre y comenzar a disparar con «aire» les iba resultar muy sencillo dado que ellos disparaban «con armas de verdad».

Grande fue su sorpresa al comprobar que para tener un rendimiento aceptable debían mejorar sustancialmente su técnica. Pudimos notar, cómo para muchos a pesar de su experiencia, debían comenzar a replantearse todos los aspectos técnicos para poder abordar los torneos con resultados al menos, discretos.

Esto lo pudimos confirmar conversando con tiradores que nos contaron de las bondades de la ¿nueva? forma de abordar sus entrenamientos gracias al uso de las armas neumáticas.

Por supuesto que este «descubrimiento» se debió más a la necesidad de no sentirse vapuleado por el resultado, que por la convicción de superarse cómo tiradores para avanzar en sus conocimientos y dominio de la técnica.

Algunos tiradores -absolutamente resignados- resumían su experiencia de la siguiente manera «hay que dejar de ser tiradores de globo y convertirse en tiradores de verdad», otro mucho mas crudo comentó «este es el paso necesario para dejar de ser tiroteador de blancos y convertirse en tirador deportivo».

Estando e los polígonos es muy interesante señalar las teorías que escuchamos acerca de cuál es la mejor técnica para entrenar y superarse. Curiosamente muchos hablan de cómo entrenar, pero casi nadie plantea cómo es el deber ser de un adecuado proceso de aprendizaje de las técnicas de tiro (ver RIO, Ricardo, «Procesos de aprendizaje en el tiro», Revista El Pato, N° Abril y Junio 2005), las cuáles resultan fundamentales para apropiarse seriamente de las habilidades que requiere un tirador de competición.

Hemos observado que muchos tiradores se dejan influenciar por teorías que no resisten el menor análisis, pero que son aplicadas por suponer que son una manera rápida, efectiva, por no decir cabalística, de aumentar el rendimiento. Con relación a este tipo de entrenamiento podemos decir que son tan complicados que poco puede valorarse de ellos, o bien son tan simplistas que nada serio nos dejan.

Nosotros, al igual lo que demostró el psicólogo Ashby, planteamos que cuanto mas complicada es la justificación y explicación de un ejercicio mas creíble resulta para el neófito. Pareciera ser como si en la maraña de rebuscados razonamientos uno pudiera encontrar el secreto de la técnica y la perfección, sin embargo, la realidad es otra.

Ashby era un psicólogo que estudiaba procesos de decisión y justificación en las personas, y cómo, los demás percibían sus explicaciones. Ashby determinó, gracias a sus investigaciones, que el común de las personas descreían de las respuestas sencillas y escuetas, a pesar que sean las acertadas.

Las personas, por el contrario, daban como ciertas y veraces a las explicaciones complicadas, subjetivas y enmarañadas, aunque estuvieran completamente equivocadas.

¿Qué queremos decir con todo esto, entonces?

Simplemente que a pesar del altísimo grado de refinamiento neuromotor que requiere disparar con precisión, el tiro supone la apropiación de habilidades sencillas, que combinadas resultan en técnicas altamente efectivas.

Para superarse en el tiro deportivo, no hace falta entrenamientos rebuscados o justificaciones complicadas, para superarse en este deporte es necesario apelar a abordajes simples, que por su sencillez no dejan de ser muy serios.

Que sea simple no supone que sea fácil, dado que si lo simple lo queremos llevar a un altísimo grado de excelencia este difícil desafío se muestra atractivo.

El tiro deportivo y su ¿posible? teorema

Hace un tiempo leyendo a Alejandro Piscitelli en su libro Ciberculturas 2.0 redescubrí este teorema que había «perdido» en mi biblioteca. Buscando información acerca de cómo abordar el aprendizaje cognitivo a través del uso de simuladores, este teorema, dio orden a varios de los postulados que sostenemos desde el primer artículo.

Esto dice el teorema.

Hacer primero lo mas sencillo.
Aprender a hacerlo inmaculadamente.
Añadir nuevos niveles de dificultad una vez dominado lo sencillo.
No cambiar lo simple.
Volver a las actividades mas complicadas tan inmaculadas como a las sencillas.
Repetir al infinito.
Ahora bien, ¿cómo podemos trasladar esta tesis al tiro deportivo?, veamos.

Hacer primero lo mas sencillo

Aprender a tirar en posiciones facilitadas, con apoyos, sentado y en un estado de estabilidad absoluto.
Empuñar y sostener adecuadamente el arma.
Hacer conciente el proceso de respiración y relajación corporal.
Definir perfectamente los aparatos de puntería.
Buscar el equilibrio interno y externo.
Hacer conciente el proceso de ejecución del disparador.
Seguir apuntando, incluso después del disparo.

Aprender a hacerlo inmaculadamente

Todas y cada una de las habilidades individuales anteriores, sumadas y en conjunto se convierten en técnicas refinadas, una vez que el proceso deja de ser conciente para convertirse en respuestas reflejas motoras de alta calidad de ejecución, en el momento adecuado.

Este aprendizaje no se produce exclusivamente por la repetición sistemática de la técnica, sino por el adecuado aprendizaje cognitivo y conciente de las habilidades en forma individual de cada una de ellas.

La clave en este punto es saber qué y cómo estamos entrenando en cada sesión de tiro. Si programamos entrenar una sola habilidad técnica, así debemos hacerlo. Para hacer inmaculado un aprendizaje, debemos saber qué vamos a hacer antes de entrar al polígono.

En cada entrenamiento, parcial o total, sólo debemos abordar una habilidad técnica a la vez, hasta haberla llevado al mayor grado de excelencia posible de acuerdo a nuestra madurez deportiva. Solo así podremos mejorar cada una de ellas.

Añadir nuevos niveles de dificultad una vez dominado lo sencillo

El aumento en los niveles de dificultad esta determinado por las infinitas variables que podemos introducir en los entrenamientos. La dificultad puede estar dada por nuevos factores externos (viento, sol, frío, ruidos, vestimenta, etc), mayor dificultad puede estar propuesta desde el blanco, disminuyendo su área de impacto, apagando la luz del mismo, cambiando su color o forma, etc. puede ser también una dificultad corporal, colocando pesos en el arma o en el brazo, o puede ser una dificultad mensurable como puede ser determinar el puntaje a realizar.

Todas estas variables son un ejemplo de cómo podemos introducir niveles de exigencia en entrenamientos.

De hecho, sin saberlo, el tirador se ve constantemente sometido a nuevas exigencias una vez que domina una habilidad base. Por ejemplo, si el tirador, sin importar el nivel técnico que tenga, entrena constantemente sólo y tan sólo el correcto proceso de ejecución del disparador, siempre tendrá un nuevo estadio de superación en esta habilidad en particular. Si esta habilidad se supera, las demás también buscarán adaptarse a este nivel superior.

No cambiar lo simple

Este punto es fundamental, si lo simple funciona y es efectivo nunca debemos cambiarlo. Por supuesto que lo simple puede llevarse a puntos de perfección casi absoluta, sin embargo muchos tiradores en búsqueda de la perfección viven cambiando las técnicas básicas y sencillas constantemente, en este caso la superación será imposible.

Los simple, sin excusas, debe perfeccionarse hasta lo absoluto.

Volver a las actividades mas complicadas tan inmaculadas como a las sencillas

Este punto podemos representarlo con uno de los postulados de la teoría general de los sistemas diciendo que; el resultado total es mayor a la suma parcial de las partes que la componen. Esto significa, que al buscar la perfección en cada una de las habilidades en forma individual, los niveles de dificultad van aumentando con el consecuente ajuste general de las técnicas utilizadas para mejorar el rendimiento.

Si hacemos las cosas sencillas (las técnicas básicas) inmaculadamente, los niveles de dificultad aumentarán naturalmente, proponiéndonos superar nuevos niveles de exigencias. Estos nuevos niveles de exigencia suponen una superación del sistema anterior poniéndonos ante un nuevo estadio de aprendizaje, que suponemos, será altamente significativo para el deportista.

Repetir al infinito

Este punto final es determinante para el éxito dado que lo que debemos repetir es lo que hacemos bien y nunca, aunque parezca obvio, lo que debemos repetir son los errores.

Cuando entrenamos y repetimos las habilidades y técnicas, debemos repetir calidad y excelencia. Cada tiro debe ser de la máxima excelencia técnica a nuestro alcance en ese momento.

Lo sencillo es la clave del éxito

Volviendo un poco mas atrás, si ustedes desean reflexionar seriamente, se darán cuenta que mas allá del arma, mas allá de la posición, mas allá de los cartuchos, mas allá del blanco, en definitiva, incluso mas allá de todo, la perfección en el tiro esta condicionada por la ejecución inmaculada, tan solo, de las técnicas básicas.
Sostén del arma
Respiración
Equilibrio
Miras y Blanco
Proceso de disparo
Como conclusión podemos decir que estas técnicas son las únicas que nos asegurarán el éxito, a lo largo del camino.

Estimados amigos, el tiro es un deporte sencillo y apasionante. Disfrute de él desde los aspectos mas simples, un buen sostén, una buena respiración, un buen equilibrio, una visión clara y certera del blanco y un dedo suave, pero firme, al momento de sacar el disparo.

[Autor]

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