Tras un largo proceso de selección, el ejército de los Estados Unidos ha comenzado a distribuir una nueva arma corta entre sus tropas de combate: la pistola Sig Sauer XM17.
Este sistema reemplazará a las Beretta M9 utilizadas desde 1986 y que participaron en numerosos conflictos que acabaron por revelar las limitaciones del diseño. En concreto la XM17 y su versión de dimensiones reducidas, la XM18, reemplazarán a la pistola de la firma italiana manteniendo el calibre 9mm, estándar en la OTAN.
Pero hay más que eso en la nueva pistola, que ganó una licitación pública del ejército iniciada en 2011 y concluida seis años después. El reemplazo total de las M9 en servicio tardará otros 10 años, según reportó la cadena Fox News.
Sig Sauer es un fabricante de armas suizo-alemán con una extensa experiencia en el mercado de armas civiles de Estados Unidos. De hecho, la XM17 fue ingresada al concurso como la P320MH, una versión modificada del modelo P320, a la venta en el mercado desde 2014.
Se trata de una pistola semiautomática fabricada con numerosas partes de polímero, un plástico especial utilizado en armas de fuego. Su precisión y cadencia de tiro son consistentemente superiores a la M9, al tiempo que resulta más cómoda de operar, fácil de desarmar para la limpieza y más confiable en su operación.
Pero además la XM17 ofrece versatilidad. La pistola se impuso en una competencia a la búsqueda de un «sistema modular», es decir que pueda ser fácilmente modificada para cumplir diferentes necesidades.
Por ejemplo, si bien la XM17 llega en calibre 9mm de manera estándar, puede ser convertida rápidamente para disparar los calibres .357 SIG, .40 S&W y .45 ACP.
Esto es resultado de numerosas quejas de parte de soldados estadounidenses por la falta de poder del cartucho de 9mm con respecto a otras alternativas.
De hecho Estados Unidos siempre prefirió, a diferencia de los europeos, utilizar calibres más potentes en sus pistolas, como el .45 ACP.
Pero en la década de 1980 se decidió adoptar el 9mm Parabellum, creado por Alemania, para facilitar la logística entre los miembros de la OTAN en caso de una invasión soviética de Europa.
La XM17 busca devolver la posibilidad de usar diferentes calibres en diferentes situaciones.
También facilita la instalación de visores nocturnos y lásers para mejorar la precisión,montados en un riel estandarizado Picatinny; permite la utilización de cargadores con diferente capacidad; y es más sencilla de fabricar y operar.
La nueva pistola será producida en mayor número y distribuida a un mayor número de soldados que antes, debido a que las características del combate urbano a corta distancia típico en países como Irak, Siria o Afganistán, donde tropas estadounidenses han combatido o aún combaten, aumentaron la necesidad del uso de pistolas en conjunto con rifles de asalto.
De esta manera la XM17 será entregada a todos los líderes de sección en los pelotones, uno de los puestos jerárquicos más básicos del ejército, en una práctica que hasta la fecha no existía.
La primera unidad en recibirla fue la mítica división 101 de paracaidistas, con un extenso historial en la Segunda Guerra Mundial, Corea, Vietnam e Irak.
La competencia para suceder a la M9 se anunció por primera vez en 2011, pero diversos retrasos llevaron a que el proceso iniciara recién en 2015. Se presentaron los principales fabricantes de armas del mundo, como la italiana Beretta, la austriaca Glock, la belga FN Herstal, y la estadounidense Smith & Wesson, entre otras.
Sig Sauer se llevó el contrato para producir las 195.000 pistolas, por un costo de 580 millones de dólares que incluye también los accesorios modulares, que el ejército precisa. Se espera que la fuerza aérea le siga con un pedido 130.000 armas, y que la marina y el cuerpo de marines hagan lo mismo con otras 96.000.