"Un dñia en El Angolo"

Iniciado por jromeroro, 27 de Mayo de 2013, 11:06:50 AM

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jromeroro

Comparto con ustedes un articulo de narrativa personal que redacte en el añó 97 y correjido por estos días.
(va con los mismos horrores ortograficos)
SALUDOS!!
Un día en "El Angolo"
Corría el año 1997; era junio y parecía que el día (gracias a Dios) iba a estar bastante frio para nosotros. Este comenzó temprano; 5.00 a.m.
Éramos el equipo de colecta de semilla conformado por dos personas, los cuales esperamos la movilidad que nos transportaría junto a otros encargados, al Coto de Caza El Angolo.
El chofer del vehículo nos miró con ironía para luego querer saber si teníamos agua, pues "El Angolo es un infierno" acotó.
Abordamos la camioneta del ministerio de agricultura junto con el encargado del INRENA; yo en este momento solo pensaba ... si es que encontraríamos semilla para poder realizar nuestras pruebas con los árboles que nos interesaban..  pensaba sobre todo que el día esté frío y sombreado para poder realizar nuestro trabajo.
Comenzó el viaje sin contratiempos, dirigiéndonos primero hacia Sullana para luego enrumbar hacia Mallares en donde se toma el desvío hacia el Coto de Caza, íbamos acompañados por el personal de seguridad del Club de Caza y Pesca Piura, concesionarios del Coto.
Una ves en el camino de trocha, comenzamos a pasar por una serie de poblados con nombres singulares y misteriosos como Samán, Agua de La Leche, Salados y otros los cuales ya no recuerdo hoy.
Es importante resaltar que en el lugar de Agua de la Leche existen unos manantiales de aguas sulfurosas y magnésicas las cuales dan un color blaquesino a todo el lugar.
En este sitio, personas con diversas dolencias acuden a darse baños y no es raro encontrar alguna tomando baños medicinales.
En estos pueblitos y lugares es como si el tiempo se hubiera detenido y a la ves mezclado con los adelantos tecnológicos de hoy.
Allí podemos ver un jinete a caballo totalmente ataviado como tal, espuelas, sombrero de paja y... un celular.
Allí todavía se extraía agua de norias para beber, se usan lazos para domar reces y se cocina con leña cortada a golpe de hacha; es contradictorio y atractivo a la ves.
Prosiguió nuestro viaje a través de la quebrada Samán a lo que paulatinamente y casi de forma imperceptible cambia el paisaje, de bosques de algarrobos y lomas, a cerros y contrafuertes de la cordillera de Amotape, la cual imponente hace sentir su presencia.
Tomando desvíos y observando los paisajes de transición, atrás quedaron los tímidos charanes y hualtacos dando lugar a la abrumante vegetación de la montaña.
Luego de hacer nuestra última conexión de radio, por fin llegamos al poblado del Angolo lugar que da nombre al mencionado Coto de Caza.
Allí nos recibió una inmensa piara de ganado caprino conducidos por dos jinetes, "son de la viuda" decían, por aludir a la propietaria, esposa del finado Lucas Jiménez, famoso guía y protagonista de incontables e increíbles historias de este sitio.
En ese lugar y en medio del polvillo que levantan las cabras al pasar en estas tierras piuranas, nos enteramos que en ese tiempo solo quedaban 3 familias viviendo en este antiguo poblado. Luego; desde allí y hacia el norte, salvo el albergue de Sauce Grande solo es cordillera y "jagualles".
Siguió nuestro viaje hasta encontrar el cercado que demarca la zona protegida. Un gran letrero nos ubicaba en esta; para lo cual le hice saber al chofer del vehiculo que nos dejara en la puerta y que ellos prosiguieran el viaje.
Esto motivó a que el conductor del vehiculo e "instruido" autodidacta de cuanto tema existiera, levantara un sin fin de protestas y cuestionamientos "... como es posible que nos quedáramos allí..." "...es que acaso conocemos el lugar, o están locos..." "... se van a perder..." fueron unas pocas de las expresiones que recuerdo hoy después de 14 años.
Luego de entregarles los ingredientes para el almuerzo (los cuales recayeron en nuestra responsabilidad como acuerdo previo al viaje) y esforzarnos en indicar que ya habíamos estado allí; partieron no sin antes sentenciarnos que si no llegábamos hasta las 4 p.m. saldrían de regreso y nos mandarían a buscar con los guías.
Eran cerca de la 9 de la mañana.
Aquí comenzamos a caminar con unas botellas de agua en nuestras mochilas, y bolsas para las colectas. El paisaje era impresionante los hualtacos (árboles de los que se extrae parquet) tímidos al principio del viaje, se mostraban majestuosos e impresionantes, el camino era todavía llano y de suave pendiente, la vegetación aumentaba su agresividad, ganándole al lejano desierto, y ya se evidenciaban algunas lianas y bejucos pero todavía no dominaban el paisaje.
Nosotros trepamos a cuanto árbol conocido nos interesaba buscando la codiciada semilla, pues sabíamos que la temporada ya había pasado y era difícil encontrarlas.
En el camino encontramos sin fin de animales y aves que solo se aprecian con silencio y tranquilidad en estos despoblados como el oso hormiguero, los zorrillos, enormes tarántulas, perdices serranas y abejas silvestres.
Trascurrió la ya comenzada mañana y poco a poco pudimos recolectar algo de semilla de los principales árboles, de repente y tratando de subir a alguno, nos impresionaron unas extrañas y pequeñas flores amarillas que crecían de los troncos o entre las ramas de los mismos, estas flores no pertenecían al mismo árbol donde crecían pues tenían hojas distintas y más grandes, nódulos rayados en forma de pequeños huevos, y parecían mas huéspedes o parásitos. Al verlas de cerca su belleza y sutil aroma nos deslumbró.
¡Eran orquídeas! ; si orquídeas de bosque seco las cuales crecen en asociación con los líquenes que se adosan con la humedad de la noche en el bosque a los árboles.
Las orquídeas se toman por las plantas superiores más evolucionadas y adaptables del planeta. Crecen en todas las zonas desde las áridas arenas hasta los paramos helados.
Las orquídeas de nuestras tierras son huéspedes inofensivos de las plantas que las alojan.
Cuantas sorpresas más todavía nos esperaban al terminar el día.
Seguimos nuestra labor enrumbando hacia el albergue, el cual dista del cercado unos 6 Km. Al ir avanzando aparecen los impresionantes ceibos, verdes y obesos. No por gusto el sabio Antonio Raimondi, les llamó "los ogros del bosque".
Al realizar un atajo, nos equivocamos del camino y al regresar ¡OH sorpresa!, a solo 50 m. y sobre nuestras huellas un inmenso rastro de puma atravesaba nuestros pasos.
Cualquiera diría que en tan inhóspitos lugares no existen animales así, sin embargo allí estaban sus pisadas y no por gusto este lugar está catalogado como reserva de la Biosfera (una categoría igual al Manu, Serengueti o Yellowstone) retomamos el camino y preocupados más por nuestra labor se nos pasó el tiempo hasta que escuchamos un ruido de ramas que se quiebran, eran los guías del Coto, los cuales habían salido a buscarnos a lomo de bestia por indicación del responsable, solo distaban 300 metros de distancia para llegar al albergue el cual nos esperaba con un delicioso almuerzo.
Eran las 4 de la tarde cuando luego de almorzar rápidamente salimos dejando atrás imágenes e impresiones que calan profundo en la mente de personas de la ciudad.
Así termino el día, dejándonos el recuerdo de un lugar salvaje, estacionado en el tiempo y propio de estas calurosas tierras.

luchocas

muy lindo relato, conosco el lugar y coocí a Lucas, qien me guió con mi primer venado.

Saludos
¡Saludos y buena caza!

www.cazaperu.com

jromeroro


guazupucu

Un relato para disfrutar mi amigo.....me ha hecho acordar de muchas querencias de mi propio país.....he vivido cosas muy similares en mi querido Norte.....del Angolo ya he leido un par de relatos aquí mismo y parece ser que ese lugar ya goza de una mística propia...!!!!!

Lo felicito y gracias!!!!!
La arena es un puñadito......pero hay montañas de arena.....

ChakuPeru

gracias por compartir !! esta bueno el relato

Salduos,

AT,
AT.
www.chakuperu.com