El Pesebre y la Pólvora

Iniciado por Giova, 25 de Diciembre de 2012, 09:24:52 AM

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Giova

Internacional: El Pesebre y la Pólvora

Veinte niños de entre 6 y 7 años murieron en la masacre de Newtown. Es el segundo peor tiroteo de la historia de EE.UU.

Atroz masacre infantil en Connecticut podría marcar el inicio del fin para los defensores del armamentismo norteamericano.

La iglesia de Saint Rose of Lima (Santa Rosa de Lima), en Connecticut, permanece en vigilia desde que Adam Lanza, un muchacho de 20 años, abrió las puertas del infierno a menos de un kilómetro de ahí el último viernes 14.

A esa distancia se encuentra la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, escenario del segundo peor tiroteo de la historia de los Estados Unidos.

Después de haber registrado un solo homicidio en 10 años, la pacífica localidad de Newtown, pequeño enclave de 27,000 habitantes en la región de Nueva Inglaterra, ha sido remecida por este sangriento episodio en el que perdieron la vida 27 personas y que ha causado conmoción mundial porque 20 de ellas eran niños.

Los menores asesinados tenían entre 6 y 7 años y presentan más de 3 impactos de bala cada uno, según los reportes policiales.

Los asesinatos masivos en Estados Unidos suman 60 en los últimos 30 años según el portal norteamericano Mother Jones, y está claro que la permisividad norteamericana en materia de posesión de armas es el terrorífico telón de fondo.
Pero el mundo se pregunta aún qué llevó a Adam Lanza a cometer esta mortífera masacre en un colegio de niños. ¿Por qué ese lugar?


MENTE CRIMINAL
Adam Lanza, el asesino, era un fantasma en Newtown, un pueblo del tamaño de Chancay y fundado en 1705.

Muy pocos vecinos del tranquilo barrio de clase media-alta Yogananda habían reparado en ese muchacho escuálido y pálido que residía desde hace 20 años en la casa signada con el número 36.

Carecía de amigos, de perfiles en las redes sociales e incluso su fotografía no aparece en el anuario de su promoción, la clase 2010 del Newtown High School. Su Alma Mater.

Era maniático de los videojuegos, retraído pero hábil y una preocupación constante de su madre, Nancy Champion, de 52 años.

Versiones periodísticas indican que Ryan Lanza (24), hermano mayor de Adam, confesó a la Policía que este padecía de problemas mentales. Algunos especularon que sufría del síndrome de Asperger, una forma leve de autismo; otros de esquizofrenia.

Solitario y ensimismado, Adam Lanza afrontó el duro proceso de separación de sus padres en 2009 y la partida de su hermano Ryan que dejó Newtown para estudiar en la Universidad Privada Quinnipiac, en el pueblo de Hamdem, en Connecticut.

Su padre, Peter Lanza, se mudó a Stamford, donde contrajo este año un nuevo matrimonio. Trabaja en la General Electric.

Nancy Champion no era profesora de Sandy Hook, como se especuló en un primer momento. Su ex cuñada, Marsha Lanza, precisó que solo había "ejercido en una ocasión de ayudante escolar".

Para algunos, era una mujer entrañable y sobreprotectora de Adam. Otros la veían como una coleccionista excéntrica de armas.

Marsha Lanza declaró a la NBC que Nancy era una "prepper" (preparada), es decir, alguien que se alista para sobrevivir y defenderse en caso de que llegue el apocalipsis o suceda cualquier catástrofe mundial, sobre todo este viernes 21 de diciembre.

Había adquirido legalmente varias armas y solía practicar en la Fundación Nacional de Deportes de Tiro de Newtown.

"Nancy se preparaba para salvar a Adam de cualquier catástrofe", dijo Marsha. No imaginó que su propio hijo desataría una hecatombe.


EL HORROR
La temperatura bordeaba los 3 °C, la mañana del viernes 14, cuando Adam Lanza, con insólita frialdad, emprendió en su propia casa la macabra tarea para despedirse sangrientamente de este mundo.

Echó mano a la colección de armas de su madre y escogió una pistola suizo-alemana semiautomática Sig Sauer de 9 mm; una austriaca Glock automática de 10 mm y un rifle Bushmaster AR-15 de 223 mm, con munición de calibre 5,56 mm. Un arma de asalto militar.

El reloj marcaba las 9 a.m., cuando Adam Lanza le descerrajó cuatro tiros en la cabeza a su madre Nancy mientras esta dormía.

Inmediatamente después cargó las armas en su coche y recorrió los 8 kilómetros que separaban la escuela Sandy Hook de su casa.

Como ex alumno es posible que conociera alguna gente allí, pero aún se desconoce por qué escogió este lugar para dejar su oscura huella en la historia.
El colegio cuenta con 626 alumnos matriculados y ofrece servicio de guardería. El asesino rompió fuego contra los cristales del colegio para poder ingresar. Eran aproximadamente las 9 y 30 a.m.

La directora, Dawn Hochsprung, estaba a punto de empezar una reunión cuando escuchó un ruido ensordecedor. Mary Sherlach, la psicóloga de la escuela, corrió despavorida detrás de ella.

Sus cuerpos acribillados fueron encontrados en el pasadizo.

Lanza se abrió paso a través de dos salones, donde disparó a quemarropa contra profesores y escolares. Todas las víctimas recibieron entre 3 a 11 impactos de bala, primero a larga distancia y luego de remate, según el médico forense H. Wayne Carver.

Las ráfagas de metralletas habrían provenido del fusil Bushmaster.

El cuerpo de Anne Marie Murphy (52), profesora de educación especial, fue descubierto en una de las aulas abrazando a varios niños también acribillados.

Kaitilin Roig (29) impidió que el homicida matara a sus 14 pupilos encerrándolos en el baño y trabando la puerta con una estantería.

En otro punto del colegio, Victoria Soto, de 27 años y de origen puertorriqueño, se apresuró a ocultar a los suyos en los roperos del gimnasio y regresó a la clase para distraer al tirador.

Cuando este inquirió por ellos, Soto respondió que era la hora del ejercicio. Adam Lanza abrió fuego contra ella, matándola.

El asesino de 20 años descargó unos 100 tiros antes de suicidarse, lo que hizo tan pronto como escuchó las sirenas de los patrulleros.

Murieron en total 12 niñas, 8 niños y 6 mayores. Los 5 minutos que duró la masacre fueron para Newtown el fin del mundo.


LLUVIA DE BALAS
La tragedia disparó inevitablemente una ráfaga de llamados para que el presidente norteamericano Barak Obama aborde el control de armas, tema sensible que evitó durante su primer mandato.

La permisividad norteamericana en materia de posesión de armas es una vieja historia y a través de los años la Asociación Nacional del Rifle (NRA en inglés), que representa a la industria de armamentos, logra frenar cualquier legislación que establezca mayores controles (CARETAS 1565 y 1972).

Como resultado, EE.UU. tiene un índice de asesinatos de 5.5 por 100,000 vs 2 en Canadá y 1.4 en el Reino Unido, países parecidos y con presupuestos policiales importantes.

Es significativo lo que ocurrió en otras partes de EE.UU. un día antes de la matanza: legisladores de Michigan pasaron por encima de las objeciones de los Consejos Escolares del estado y aprobaron una ley que permite a las personas portar armas ocultas en los colegios.

A principios de semana, un Tribunal Federal de Apelaciones revocó una prohibición para cargar armas ocultas en Illinois. Y las autoridades de Florida anunciaron con no poca fanfarria que pronto emitirían "la millonésima licencia para portar armas ocultas".

Hasta finales de noviembre pasado, el FBI había registrado 16 millones de trámites para portar armas, todo un récord histórico.

La adicción a la pólvora entre los norteamericanos se ve reflejada en las 30,000 muertes al año –incluidos los 14,000 suicidios– por armas de fuego. En total, un millón de fallecidos desde 1968.

Los partidarios de las armas de fuego, que son una amplia mayoría entre demócratas y republicanos, justifican su posición en la defensa de la Segunda Enmienda de la Constitución que admite el derecho del pueblo a dotarse con armas de fuego.

En un artículo publicado en The New Yorker, la profesora de la Universidad de Harvard, Jill Lepore, recuerda que el espíritu de desconfianza hacia el Estado ha llevado a muchos ciudadanos norteamericanos a asumir ellos mismos las responsabilidades de proteger a sus familias, como ocurrió con Nancy Champion.

Pero –como lo señala el diario El País de España– "fue la irrupción de la NRA en la política lo que llevó las cosas hasta el punto en el que hoy están".

La NRA es hoy la organización que más dinero gasta en campañas políticas y que más influencia tiene en el Congreso (ver recuadro).

En el Perú, por cierto, los colegios no están exentos de violencia. El viernes 14, el mismo día de la matanza de Connecticut, cinco forajidos armados irrumpieron en el colegio Virgen del Rosario, en Puente Piedra, secuestrando a 160 alumnos.
Los delincuentes se llevaron S/. 10,000, pero afortunadamente no hubo víctimas que lamentar. Otros sucesos parecidos, siempre ligados a la delincuencia común, se han registrado a lo largo del año.

La facilidad para obtener armas marca la diferencia con EE.UU., según Freddy Vásquez, psicólogo del Instituto de Salud Mental Honorio Delgado-Hidayo Noguchi.
En dicho país, cualquier asesino en potencia puede comprar una pistola en una tienda con su licencia de conducir y sembrar la muerte, como lo hizo el enigmático Adam Lanza en Sandy Hook.

Al cierre de esta edición, el martes último, un hombre armado, aún no identificado, perpetró una nueva matanza en la ciudad de Longmont, en Colorado. Cuatro personas fueron asesinadas a balazos. El asesino, al igual que Lanza, se pegó un tiro en la sien.

Y aún quedan 300 millones de armas en los hogares de Norteamérica.


La sangrienta masacre en Sandy Hook, escuela primaria con 646 alumnos matriculados, ha remecido el apacible pueblo de Newtown, ubicado en la región de Nueva Inglaterra, en Connecticut, al noreste de los Estados Unidos. Dicha localidad de clase media-alta fue fundada en el año 1705. Tiene una superficie parecida a la del distrito de Chancay (Huaral) y es habitada por 27,000 personas. En la última década solo había registrado un caso de homicidio. Bastaba infringir las leyes para aparecer retratado en la primera plana del diario local.


Fuente: Revista Caretas, edición 2263, 20dic2012
Dios te ama

viajero2008

Tomado de ELCOMERCIOPERU, para recordar POR SU NOMBRE a cada inocente victima y para ignorar el nombre del loco infeliz que causo esta desgracia:

La Jefatura de Investigación Médica de Connecticut dio a conocer la identidad de las 26 víctimas que perecieron el último viernes en el tiroteo perpetrado en la escuela primaria Sandy Hook, de la ciudad de Newtown, a manos de un individuo con problemas de salud mental. Los 6 adultos fueron identificados como:

Rachel Davino (29), Dawn Hochsprung (47), Anne Marie Murphy (52), Lauren Russeau (20), Mary Sherlach (56) y Victoria Soto (27).

Los 20 niños responden a los nombres de:
Charlotte Bacon (6), Daniel Barden (7), Olivia Engel (6), Josephine Gay (7), Ana Marquez-Greene (6), Dylan Hockley (6), Madeleine Hsu (6), Catherine Hubbard (6), Chase Kowalski (7), Jesse Lewis (6), James Mattioli (6), Grace McDonnell (7), Emilie Parker (6), Jack Pinto (6), Noah Pozner (6), Caroline Previdi (6), Jessica Rekos (6), Avielle Richman (6), Benjamin Wheeler (6) y Allison N. Wyatt (6).

Las cortas edades de las víctimas infantiles hacen aún más penosa la tragedia que ha enlutado a los Estados Unidos y conmocionado al mundo entero.

NO CONTRIBUYAMOS A ANIMAR A ALGÚN OTRO DESQUICIADO INFELIZ A EMULAR AL POBRE DIABLO QUE HIZO ESTO.

LA MEJOR FORMA DE IMPEDIRLO ES IGNORARLO A EL Y A SU VIDA. NO LO MENCIONES PARA NO HACERLO"FAMOSO".

Les dejo con eta nota:

Park Diet psiquiatra forense da las claves para que este tipo de cosas no sucedan. Ninguna de ellas pasa por prohibir ningún tipo de armas. Dice a los responsables de las cadenas de TV que si quieren evitarlos cumplan con los siguientes puntos:

- No empieces las noticias con un plano de las sirenas de policía.
- No publiques en prensa o en TV fotografías del Asesino.
- No hagas de la noticia un espectáculo de cobertura 24/7 durante varios días.
- Haced todo lo posible porque la historia no se base en el número de muertos.
- No conviertas al asesino en una especie de antihéroe.
- Enfoca la historia en la comunidad afectada por la matanza y haz que cualquier otra visión de la noticia sea profundamente aburrida.
Cada vez incumplen todas las reglas anteriores a los pocos días ocurre lo mismo en otro lugar.

http://greenshines.com/index.php/blog/matanzas-en-colegios-razones
amat victoria curam

viajero2008

Otro extracto ya tratado antes en el foro:

http://www.tirodefensivoperu.com/forum/index.php?topic=12586

...Con nuestros hijos ocurre algo muy similar a esa insensibilización hacía la violencia; es por medio de la violencia en los medios de comunicación pero en vez de jóvenes de 18 años, se inicia a los 18 meses cuando por primera vez una criatura es capaz de discernir lo que ocurre en la televisión. A esa edad una criatura puede mirar algo que ocurre en la televisión e imitar la acción. Pero recién a los seis o siete años de edad funciona la parte del cerebro que le permite comprender la fuente de la información.
A pesar de que los niños pequeños tienen cierta comprensión de lo que significa fingir, su desarrollo mismo no les permite distinguir con claridad entre la fantasía y la realidad. Cuando el niño pequeño ve a personas disparadas, apuñaladas, violadas, brutalizadas o asesinadas es como si fuera que realmente ocurre a él. Permitir que una criatura de tres, cuatro o cinco años esté mirando una película de terror o de violencia (en el traductor sale como pelicula"salpicadura"), que por los primeros 90 minutos esté aprendiendo relacionarse con un personaje y luego por los últimos 30 minutos esté mirando, indefensa, mientras que ese amigo es cazado y brutalmente asesinado es el equivalente moral y psicológico de presentar a su hijo a un amigo, permitir que juegue con el amigo y luego descuartizar al amigo frente al hijo.  Y eso ocurre a nuestros hijos centenares de veces.

Tranquilo, les decimos. "Vaya, es para divertirse. Mira, no es verídica, es una película"  Y ellos asienten con la cabeza pequeña diciendo "está bien".  Pero ellos no pueden distinguir.  ¿Se puede recordar un momento en la vida suya o de los hijos cuando los sueños, la realidad y la televisión fueron todos mezclados?  Así es en ese nivel del desarrollo psicológico.  Eso es lo que los medios de comunicación están haciendo con los menores.
...
The Journal of the American Medical Association (La Revista de la Asociación Médica Americana) publicó un estudio definitivo epidemiológico sobre el impacto de la violencia televisiva. La investigación demostró lo que ocurrió en numerosas naciones después de la llegada de televisión comparado con naciones y regiones sin televisión. Las dos naciones o regiones comparadas son idénticas demográfica y étnicamente; un solo variable es diferente: la presencia de la televisión.  En cada nación, región, o ciudad con televisión, hay una explosión inmediata de violencia en el patio de recreo y dentro de 15 años hay una duplicación de la tasa de asesinatos. ¿Por qué 15 años? Es que lleva ese periodo de tiempo para que la brutalización de criaturas de tres a cinco de edad alcance la "edad principal de crimen."  Es que lleva ese período de tiempo para cosechar lo sembrado cuando se brutaliza y insensibiliza a un niño de tres años.
...
Hoy día los datos vinculando la violencia en los medios de comunicación a la violencia en la sociedad son superiores a los que vinculan el cáncer y el tabaco. Centenares de estudios científicos válidos demuestran el impacto social de la brutalización por los medios de comunicación. La citada revista concluyó que la introducción de la televisión en los años 50 causó una duplicación subsecuente en la tasa de homicidios. Es decir, la exposición a la televisión por largos plazos durante la niñez es un factor causal detrás de aproximadamente la mitad de los homicidios cometidos en los Estados Unidos, o sea, aproximadamente 10.000 homicidios anualmente."  El artículo también dice que "...hipotéticamente si la tecnología televisiva nunca hubiera sido desarrollada, hoy día anualmente habría 10.000 homicidios menos, 70.000 violaciones menos y 700.000 asaltos perjudiciales menos" (10 de junio de 1992).
...
hay ejemplos bien definidos de la manera en que los medios de comunicación lo hacen con nuestros hijos.  Lo que está pasando con nuestros hijos es lo contrario de la terapia de aversión que se presentó en la película La Naranja mecánica (A Clockwork Orange). En esa película se le ata con correas a una silla a un brutal sociópata, asesino masivo y le obligan a mirar películas violentas mientras que le inyectan una droga que le da nauseas.  Así que, él está sentado con nauseas, con arcadas y vomitando mientras que está mirando las películas. Después de centenares de repeticiones él asocia la violencia con las nauseas y limita su habilidad de ser violento.

Nosotros estamos haciendo precisamente lo contrario. Nuestros hijos miran imágenes gráficas del sufrimiento y de la muerte humana y ellos aprenden a asociarlas con su gaseosa favorita o algún caramelo o el perfume de la novia.

Después de las matanzas en Jonesboro una de las profesoras del colegio me contó como respondieron los alumnos cuando ella les informó de lo ocurrido en el otro colegio. "Ellos se rieron," me dijo ella consternada. Una reacción similar ocurre todo el tiempo en los cines cuando hay violencia sangrienta. Los jóvenes se ríen y aplauden y siguen comiendo sus palomitas y tomando sus gaseosas. Hemos criado a una generación de bárbaros que han aprendido a asociar la violencia con el placer, tal como los romanos aplaudían y merendaban mientras mataban a los cristianos en el Coliseo. 

El resultado en un fenómeno que funciona de una manera similar al SIDA; yo lo llamo SIDVA - Síndrome de Inmuno-Deficiencia de Violencia Adquirida.  El SIDA nunca ha matado a nadie.  Destruye el sistema inmunológico y luego resultan fatales otras enfermedades que no le deberían matar.

La violencia televisiva por sí sola no le mata. Destruye el sistema inmunológico a la violencia y le condiciona a derivar placer de la violencia.  Y una vez que está en las cercanías de otro ser humano y es el momento de apretar el gatillo, el Síndrome de Inmuno-Deficiencia de Violencia Adquirida puede destruir su resistencia proveniente de la parte media del cerebro.
...
...Ahora pues, si uno se siente un poco molesto por esto, ¿cuánto más nos debería preocupar el hecho de que cada vez que un niño se divierte con un juego de video interactivo de apuntar y disparar, él está aprendiendo precisamente el mismo reflejo condicionado y las mismas destrezas motriz?
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En el mundo de la milicia y del orden público a menudo la opción correcta es no disparar  (...y e enetrena al personal para discernir y tomar la decision adecuada..).  Pero el chico nunca, nunca, nunca pone monedas o fichas en la máquina de video con la intención de no disparar.
Siempre hay algún estímulo que le pone en marcha.  Y cuando él se emocionó, y sus latidos cardíacos aumentaron, y la vasoconstricción apagó la parte frontal del cerebro, ese chico respondió precisamente a lo que había sido su condicionamiento: en forma refleja apretó el gatillo, disparando con precisión tal como había hecho todas las veces que jugaba los juegos de video. 
Este proceso es extraordinariamente poderoso y espantoso.  El resultado es que cada vez habrá más pseudo - psicópatas caseros que matan en forma refleja sin mostrar ningún remordimiento.  Nuestros hijos están aprendiendo a matar y aprendiendo a disfrutarlo; y luego nosotros nos atrevemos a decir, "¡Ay!¡Dios mío!  ¿Qué pasa?"
....
...En el ejército uno se confronta de inmediato con un modelo a imitar:  el sargento de instrucciones.  Él es una personificación de la violencia y agresión.  En conjunto con los héroes militares esos violentos modelos a imitar siempre han sido utilizados para influir las mentes jóvenes e impresionables.
Hoy día los medios de comunicación proveen modelos a imitar para nuestros hijos, y se puede ver eso no solamente en los sociópatas rebeldes de las películas y los programas de televisión, sino también en los aspectos imitadores de los asesinatos de Jonesboro que son inspirados por los medios de comunicación. Es ese aspecto de los crímenes juveniles que las redes de televisión prefieren no comentar.
Investigaciones en los años 70 demostraron la existencia de "suicidios agrupados" en los cuales los informes de suicidios de adolescentes por televisión fueron la causa directa de numerosos suicidios imitadores de adolescentes impresionables.  En alguna parte de cada población hay chicos que tienen el  potencial de suicidarse y que dirán a sí mismo, "¿Y qué?  Yo voy a enseñar a esa gente que me maltrataba.  Ya sé cómo salir en la tele también." Debido a esas investigaciones hoy día los canales de televisión generalmente no informan sobre suicidios.  Pero los efectos de la apariencia de jóvenes asesinos en la pantalla de la televisión es la misma:  En alguna  parte hay un chico con el potencial de violencia que dirá a sí mismo:  "¿Y qué?  Yo voy a enseñar a esa gente que me maltrataba.  Ya sé cómo salir en la tele también."
Así es que hay asesinatos agrupados imitadores que se extienden por los Estados Unidos como un virus diseminado por el noticiero nocturno.  No importa lo que haya hecho una persona, al salir su imagen en la tv se le convierte en una persona famosa y alguien en algún lugar le emulará.
...
Nuestra sociedad necesita informarse acerca de estos crímenes, pero cuando se transmiten las imágenes de jóvenes asesinos en la televisión se los convierte en modelos a imitar. Los niños corrientes de edad preescolar pasan 27 horas semanales mirando la televisión. Este grupo de niños tiene más comunicación directa con la televisión que con los padres y profesores en conjunto.  El logro máximo para nuestros hijos es salir en la televisión. La solución es fácil, y sale directamente de la literatura de suicidiología: los medios tienen todo el derecho y la responsabilidad de contar la historia, pero no tienen ningún derecho de glorificar a los asesinos presentando sus imágenes en la tv. 
amat victoria curam